Elena Otero lleva toda una vida siendo ejemplo de mujer luchadora. Comenzó de niña ayudando a su madre en el mercado y ahora lleva 38 años trabajando de forma fija en la carnicería de la plaza.
Su trabajo le apasiona, es la razón por la que se levanta todos los días, y no se imagina su vida sin esa rutina a la que le tiene tanto cariño.
Lo que más le gusta de trabajar en la plaza es el contacto con la gente y esa vida en comunidad que se forma. A pesar de eso, reconoce que por el hecho de ser mujer se tiene que enfrentar a comentarios sobre cómo va a levantar alguna de las piezas de carne, como si no llevase toda la vida haciéndolo.
A Elena el día de la mujer no le convence, ya que es sinónimo que algo va mal. Aún así ella seguirá luchando a diario por la igualdad de todas las mujeres, y también por sus hijos, ya que es algo que se demuestra día a día.